Luego del deceso de la periodista y diputada porteña Débora Pérez Volpin, sigue la polémica por la actualidad de la medicina privada en Argentina, y en Mañana Sylvestre opinó Marcelo Peretta, titular del gremio de Farmacéuticos y Bioquímicos, quien en 2014 denunció judicialmente al Sanatorio de la Trinidad por irregularidades en la atención médica.
“No sólo pasa en el Sanatorio de la Trinidad, algunas otras clínicas privadas no se caracterizan por invertir ni en tecnología médica ni en personal, ni en buenos salarios, sino que invierten en más en servicios de hotelería”, precisó Peretta.
“En las guardias no reemplazan en la noche a los profesionales por otros equivalentes, sino que dejan el servicio en manos de técnicos, que no están en condiciones ni de interpretar el resultado, ni de saber con qué velocidad y urgencia hacerlo, ni de contactarse e interactuar con el médico. La ley obliga a que siempre todas las áreas de un hospital estén a cargo un profesional”, resaltó.
“En el área de los análisis clínicos hay ausencia de profesionales. Y en las llamadas ´guardias pasivas´, a los profesionales se los consulta por teléfono. Esto tiene que ver con la poca inversión que hacen estas clínicas, con las fortunas que cobran, mientras el mismo Estado que autoriza los aumentos, no verifica ni controla en qué se invierte”, comentó.
Luego señaló que si bien su denuncia no alcanza el tema de las endoscopías, hoy en el seno de la polémica por la muerte de la periodista Débora Pérez Volpin, la denuncia que presentó “revela cosas que pasan en las clínicas privadas de salud”.
“La gente confía en que tener un cartoncito de estas prepagas le aseguran la salud y no es así. Me llueven casos similares que han terminado mal y sin explicaciones en esta clínica. Hay deshumanización en este tipo de centros de salud”, concluyó.
Martes 13 de febrero de 2018
