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Las claves de la comunicación no verbal en el encuentro entre el Papa y la Reina de Inglaterra

En Mañana Sylvestre, Sergio Rulicki, experto en comunicación no verbal y gestual analizó minuciosamente los detalles del encuentro entre Francisco y la monarca británica, marcada desde el inicio por la falta de puntualidad de la reina.

“La comunicación no verbal en su aspecto de la llamada cronémica, que es el estudio de los tiempos. Acá hay algo muy importante porque la reina llegó casi 20 minutos tarde, porque duró más su encuentro con (el presidente del gobierno italiano, Giorgio) Napolitano, lo cual se puede leer de acuerdo a las normas de cortesía inglesa, que 20 minutos es el tiempo exacto que se espera a una persona, a los 21 minutos se suspende la reunión. Es decir que llegó al límite y eso a mí me extraña sobremanera. Es un juego de poder”, sostuvo Rulicki, acerca de la insólita demora sufrida por la Reina Isabel II en su primer encuentro con el pontífice.

“Me pareció importante lo que puede marcarse desde lo no verbal, y tiene que ver con cuestiones de la dramatización del poder, de la teatralidad del poder, un tema que ha estudiado la antropología, la llegada de los autos, la guardia, las banderas. Por esos signos sabemos que estamos ante las personas más poderosas del mundo y se toca además la cuestión de la gerontocracia, donde los ancianos eran los que tenían el poder”, analizó el experto en tema de comunicación verbal y no verbal.

La llegada de la Reina

Rulicki se detuvo a analizar todo el marco en el que se dio el encuentro entre ambos, y el primer gesto del Papa ante la presencia de la monarca británica.

“El auto se estaciona, la Reina y su consorte tiene que caminar 22 pasos, y lo cual es bastante, y nadie se acerca. Solo cuando están a dos pasos de la puerta, sale un cardenal y es el primero que la saluda. Y cuando se ven con el Papa, pasa algo interesante porque Francisco tiene agarrado su crucifijo, y juega con él, lo manipula, lo siente con los dedos. Obviamente ese gesto implica una sensación de estar expuesto, que hace que uno se lleve la mano al pecho. El truco es manipular una cadena, llevarse la mano al pecho, y protegerse el pecho, es sentirse un poco amenazado”, sostuvo.

En cuanto a la comunicación gestual de la Reina, en su encuentro con el Pontífice, Rulicki remarcó que en la foto tomada, “la Reina tiene un rictus habitual, que es de hostilidad. Es el labio superior volcado hacia adentro, que es un gesto de agresión”.

“La Reina después de las disculpas por su tardanza, mira hacia abajo y al costado, y eso es vergüenza, porque era consciente de que era una puesta en escena. También ella es la jefa de la iglesia anglicana, llega como figura religiosa, aunque no tienen la misma autoridad porque las dimensiones de las feligresías son muy diferentes”, explicó.

Los regalos

También, el académico puso el foco en el intercambio de regalos entre ambos: “El Papa le regaló para el bisnieto de la Reina una cruz de plata, y un pergamino original del año 1669, y la Reina le da una canasta con miel, jugos, carne, y una botella de whisky. Esto es muy raro”.

“De ambas partes se buscó mostrar humildad, en la actitud corporal y facial, y se tiende a lo que se vea de afuera, que de ambas partes hay una actitud humilde, no de competencia, de rivalidad, o de peleas, sino de cooperación o por lo menos de que no se entienda que se van a pelear. Hubo una tensión amable”, agregó.

De todos modos remarcó las diferencias en el trato respecto del encuentro con otras figuras políticas latinas, como el caso de nuestra Presidenta. “Hay que considerar las diferencias culturales porque nosotros como latinos somos una cultura de contacto, y es parte de nuestra interacción con las otras personas realizar toques físicos, que parte de nuestros cuerpos entren en contacto. Es todo lo contrario en el paradigma anglosajón, sobre todo el inglés”.

Audio completo de la entrevista

Viernes 4 de abril de 2014

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