El ingeniero ferroviario Fernando Frediani, quien integra la comisión investigadora del accidente de trenes ocurrido en la estación de Castelar, aseguró que tras el análisis de la caja negra y de otras pericias complementarias no hay indicios de que el conductor de la formación Chapa 1 haya intentado disminuir la velocidad antes del impacto, que «en el momento del choque fue de 65 km/h». “Hay que ser prudentes porque no está terminado el análisis”, dijo y evitó dar por hecho la existencia de un error humano del conductor.
“Analizamos la caja negra, que es un equipo analizador de eventos que muestra qué accionamiento realizó el conductor del tren. Analiza 8 variables, si el conductor abre o cierra la puerta, si aplica frenos, si aplica frenos de emergencia, si toca la bocina o no. El tren tiene además un sistema que lo ubica en el espacio, una especie de GPS similar al de los autos, Y a eso le agregamos con la colaboración de un laboratorio especializado en el análisis de sonido de la UBA un análisis técnico del video, donde vimos la velocidad del tren en cada instante en función del sonido registrado por el video. Los especialistas que colaboraron con nosotros extrajeron solamente el sonido de los motores, una explicación ingeniosa, de una fuente que no estaba en consideración hasta ese momento, con lo cual se pudo verificar que los datos de la caja negra y del GPS eran correctos”, indicó el ingeniero ferroviario Fernando Frediani, quien es miembro de la comisión investigadora del accidente en la estación Castelar, y titular de la cátedra de Gestión y Aministración Ferroviaria de la Universidad de General San Martín y de Lanús.
“Estamos comenzando una etapa del análisis destinada a revisar el comportamiento del equipo de aceleración y de frenado, del coche. El sistema indica que el conductor no habría intentado el freno, no queda registrado que haya hecho ningún intento de frenado, eso es lo que podemos decir hasta ahora”, sostuvo.
“En el momento del choque el impacto fue de 65 km/h. Si es un impacto terrible. Lo que se observa de los elementos que analizamos. Hay que ser prudentes porque no está terminado el análisis. De lo que se observa es que sale el tren de Morón y comienza a acelerar y siempre va en aumento (la velocidad) hasta el momento del impacto, y esto se verifica en el análisis demostrado desde tres lugares diferentes”, indicó.
“Ninguna de las posibilidades de acción de frenado se dieron, ni ese frenado de servicios, ni el de emergencia que es de puño, ni tampoco el haber soltado el hombre vivo, que es un pulsador que el conductor está obligado a ir apretando para mantener el tren en marcha. Con cualquiera de estos tres elementos que hubiera accionado, se hubiera notado algún intento de bajar la velocidad, aunque no hubiera alcanzado a frenar”, insistió Frediani.
“Lo que no se nota en ningún momento una modificación de velocidad en el sentido de haberla disminuido. Aunque esto no significa que el freno andaba o no…”, aclaró.
De todos modos, evitó dar por cierta esta hipótesis que habla de una posible falta del conductor de la formación Chapa 1, porque aún “no está demostrado fehacientemente en la pericia”.
Audio completo de la entrevista
Martes 16 de julio de 2013
