El tributo por retenciones a las exportaciones de productos primarias está en el centro de los temas de agenda social y económica, y despertaron la reacción de ciertos sectores del campo, uno de los más beneficiados durante que los cuatro años de la gestión Macri.
En Mañana Sylvestre, el economista y profesor de la UBA Guillermo Wierzba, destacó las ventajas de la aplicación de retenciones como un instrumento efectivo para combatir la pobreza.
“La palabra ajuste no corresponde, porque las retenciones no son medidas contractivas sino expansivas, que frenan la caída y generan un círculo virtuoso de crecimiento”, explicó.
“Tienen carácter virtuoso porque permiten varias cosas a la vez, como diversificar las exportaciones al tener un tipo de cambio diferencial entre exportaciones maduras que tienen alto grado de competividad y las industriales que necesitan un mayor apoyo porque son mas inmaduras y no tienen el volumen que tienen las exportaciones de la Pampa Húmeda”, consignó.
Estimó que “al tener un tipo de cambio inferior, permiten que el precio interno de los bienes destinados al consumo popular tengan un precio menor. Y son fuente de ingreso fiscal importante”.
Para Wierzba, el tributo es un elemento que debiera ser “estructural” para la economía argentina, ya que “estimula la demanda” y “es un instrumento para la redistribución de ingresos”.
Luego cuestionó las críticas expuestas por los exportadores del campo, y aseguró que «esa característica de ‘distorsión’ que le dan a la retención algunos voceros, es la herramienta que le permite al Estado favorecer la redistribución o la reasignación de recursos. Son herramientas que permiten favorecer el desarrollo nacional y mejorar las condiciones de vida de los sectores populares”
En Radio 10, indicó que las retenciones permiten “establecer un tipo de cambio alto para favorecer el desarrollo y la capacidad exportadora de los sectores industriales que pueden llegar a proveer divisas necesarias para terminar con los problemas que tenemos en materia de dólares”-
A la vez, la presencia de un tipo de cambio de alto “desestimula los viajes al exterior” que fueron una de las vías de escape de dólares durante los últimos 4 años. “Disminuir viajes al exterior hará que aumenten la opción interna de turismo, con impacto en el consumo interno que probablemente tengan
efectos benéficos en economías regionales”, afirmó.
Lunes 23 de diciembre de 2019
