De acuerdo al último estudio del del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, el rubro alimentos sigue su escalada inflacionaria e impacta duramente en los modos de consumos populares, y en un tema grave como la alimentación de niños y adolescentes.
En diálogo con Gustavo Sylvestre, el consultor Isaac Rudnik, titular del ISEPCI, presentó algunas de las cifras del reciente informe del organismo.
“Para el acumulado del primer trimestre de 2017, en Alimentos nos da por encima del 7,5% de suba, un poco por encima de lo que está dando el INDEC, que está en 6,5%. Y hay que tener en cuenta que la participación de Alimentos -según la ponderación del INDEC en el conjunto de la canasta- es del 36%”, explicó.
Luego agregó que la inflación y el impacto en el precio de los alimentos “empuja todo el gasto de la familia en un momento en que no hay contraprestación de aumento de ingresos, porque los salarios se están discutiendo y no llegan al bolsillo de los trabajadores, además de que hay techos bajos que están intenta imponer el Gobierno”.
Rudnik puso el foco en un tema grave como es la crisis alimentaria que viven los sectores más vulnerables y subrayó la suba exponencial de los índices de mala nutrición.
“En los últimos 6 o 7 meses de 2016 aumentó 4 puntos la malnutrición en niños y adolescentes, que se ubicó en el 47%, en niños y adolescentes de 0 a 19 años. Esto incluye situaciones de sobrepeso y obesidad, porque se come de la olla familiar y no tienen ingresos para comprarles yogurt o sostener la ración de leche necesaria e indispensable para niños de esa edad”,sostuvo el consultor.
Por otra parte, habló de los proyectos que el organismo pretende llevar al Congreso para implementar una “emergencia alimentaria”. “Se debe contemplar la posibilidad de que haya una atención sistemática, dirigida y específica a las familias que tienen la dificultad de no tener ingresos adecuados para cubrir nutrientes indispensables. Atender situaciones de hambre y mal nutrición”, dijo.
Miércoles 12 de abril de 2017
