“Estos tipos demostraron ser más poderosos que todo el sistema penal. Esto se planificó con mucho tiempo, tiene que ver con visitas, con mensajes que mandaron terceros. Se tarda una hora para entrar (al penal de Alvear) con cámaras, y estos salieron en minutos”, reflexionó Miguel Ángel Pierri, abogado penalista y querellante en la causa del Triple Crimen de General Rodríguez, que condenó a prisión perpetua a los hoy fugados Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci.
Pierri remarcó la falta de herramientas que hoy tiene la Justicia para la investigación de este tipo de casos y puso el foco en la demora de las telefónicas en entregar los entrecruzamientos de llamados que se realizaron en la organización de la fuga, como así también en la tardanza en la recuperación de las imágenes de las cámaras ubicadas en las rutas de la salida del penal.
“Estamos ante personas muy peligrosas, 3 prófugos con capacidad de matar, inclusive el día que mataron lo hicieron con disposición de logística pocas veces vistas”, dijo indicó y subrayó que con la fuga: “Ha quedado desarmada toda aspiración de justicia en esta causa”, en relación al Triple Crimen de General Rodríguez.
“Tenemos que saber quienes lo bancaron y financiaron (a los Lanatta y a Schillaci) y esperemos que no tengamos el triste amanecer de que no aparezcan con vida, porque sino estamos en un problema de mayor gravedad”, finalizó.
Según informaron fuentes oficiales «los internos Cristian y Martín Lanatta se fugaron del penal de General Alvear a las 3 de la madrugada del último domingo vistiendo ropas oscuras utilizadas comúnmente por el personal del servicio penitenciario. Amenazaron con un arma de fuego a la guardia y en la fuga utilizaron a personal del servicio como rehén y un auto de apoyo que habrían dejado a pocas cuadras.
Lunes 28 de diciembre de 2015
