Gabriela Cerruti es una de las periodistas que más conoce a Mauricio Macri y a su entorno familiar y empresarial. La autora de los libros El Pibe: Mauricio Macri, negocios, intrigas y secretos y el posterior titulado Big Macri, pasó por el aire de Radio 10 y opinó sobre los últimos dichos del Presidente quien admitió delitos de su padre, en el manejo de la obra pública durante la gestión anterior.
En charla con Sylvestre, la diputada de Unidad Ciudadana habló de la personalidad del Presidente, y de las dudas que genera el desfasaje que muestra respecto de la realidad cotidiana de la gente.
“Estamos gobernados por una persona muy peligrosa en cuanto a lo personal, es una persona que tiene problemas psicológicos graves y cree que el mundo se puede hundir porque él tiene razón y tiene una pelea contra su padre y contra el mundo, y está embarcando en esto a todos los argentinos”, indicó Cerruti.
“Veía al Presidente hablando con Majul y estamos ante un psicópata, con un desconocimiento de la realidad diciendo cosas absolutamente mentiras. Además que salga el Presidente a hablar mal de su padre a dos semanas de su muerte, es una barbaridad. Sigue teniendo estas peleas con su padre aún muerto”, subrayó.
En relación a los cuestionamientos que esgrimió Mauricio Macri contra su padre, al que indicó como parte del “sistema de extorsión del kirchnerismo”, Cerruti advirtió que la responsabilidad del actual presidente en el manejo de la empresa familiar, contratista del Estado.
“Desde 1992 en adelante, la decisión en SOCMA las tomó Mauricio Macri, para horror de Franco Macri que decía que se iba a estrellar, y decía que Mauricio era un pelotudo”, dijo la periodista y aclaró que hoy “los dueños de SOCMA son los hijos de Mauricio Macri y de su hermana, y son monotributistas».
Respecto de la investigación que está llevando adelante el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla, que involucraría al operador judicial Marcelo D´Alessio y al fiscal Carlos Stornelli en una trama de aprietes y extorsión, Cerruti comentó que “esta cloaca no la veíamos desde el inicio de la democracia, y da pena que el radicalismo, sobre todo Alfonsín que sufrió en carne propia todo esto porque tuvo que bancar a los servicios de inteligencia que no se había desarmado todavía de la dictadura-, hoy esté como Stolbizer tratando de mirar para el costado y apañando”.
“Es escándaloso que el Gobierno haya pedido el juicio político para Ramos Padilla apenas empieza una investigación que lo toca, y que Carrió no diga nada, y nadie diga nada. Es la doble vara del gobierno y de parte enorme del periodismo y la política”.
Martes 19 de marzo de 2019
