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“Grassi tiene un poder económico detrás, entonces puede escaparse cuando tenga ganas”, dijo fiscal

GrassiAlejandro Varela, fiscal a cargo en la causa contra el cura Julio César Grassi, cuya condena efectiva de 15 años de prisión fue ratificada ayer por abuso sexual y corrupción de menores, habló con Mañana Sylvestre sobre el caso y puso el acento en la “disponibilidad económica” del sacerdote, tanto para “solventar a su grupo de abogados” como también para llevar adelante “otras estrategias”, en referencia a las amenazas recibidas por varios testigos.

En el juicio “sostuve lo que vengo diciendo hace muchos años, porque no fui nada creativo el día de ayer, lo que pasa es que nadie me escuchaba, y no me tomaban demasiado en cuenta. Soy la fiscalía, la cara visible de un equipo, si uno analiza la ingeniería defensista de este hombre, obstaculizando desde el inicio de esta causa, todo mínimo avance, da cuenta de que existe una gran disponibilidad económica para poder solventar a ese grupo de abogados.Yo hice una referencia a que una de las cosas que no se puede preguntar es quién pago ese grupo de abogados, porque aporta dinero a una defensa pero también a otras estrategias, y si uno suma todo eso se da cuenta que atrás hay un poder económico. Ahora quién es el poder económico, no lo sé”, señaló Alejandro Varela, a cargo del ministerio público fiscal en la causa contra el sacerdote Julio César Grassi, cuya condena fue ratificada por el Tribunal Oral Criminal 1 de Morón, que actuó sobre la base de tres condenas anteriores, sentencia que cumplirá en la Unidad Penal 39 de Ituzaingó.

“Atrás de este imputado hay dinero y poder, por eso yo pedí a los jueces que no cedamos ante los poderes, venga de donde provenga”, afirmó el fiscal.

“Dice que le arman una causa, y yo entro en la causa en 2006, porque para esa época era fiscal del juicio, y yo no instruí la causa, me viene así. Fue instruida por otros dos fiscales, y no participó ninguno de ellos en el juicio, y uno de los cuales falsamente se lo denunció por romper una declaración”, agregó.

Más adelante, remarcó que “tengo hijos y tengo amigos, vivo en un barrio común y corriente, y voy a hacer las compras, y todos saben de qué trabajo porque vivo a pocas cuadras de donde ejerzo mis funciones de fiscal. Y yo sentía vergüenza, y por eso dije hasta acá llegamos porque lo condena el máximo tribunal de la provincia, del Estado donde nosotros trabajamos, y al que le debemos respeto. Así que no se entendía qué era lo que discutíamos”.

Varela habló de las intimidaciones y amenazas recibidas por testigos y las ligó directamente al operativo de defensa montado en el entorno del cura: “Cuando hablé de grupos de tareas parece que fue lo que más le dolió, y eso fue dicho por un testigo, porque cuando no tenían plenamente establecido quiénes eran los denunciantes, y apareció el primero que era conocido como Gabriel, en una camioneta se subieron 6 o 7 personas para buscarlo, cuando Grassi estaba detenido y por eso no se le imputó el delito de amenazas en forma directa, por eso hablo de una estructura paralela para defensa. Y a esa persona, a ese denunciante le pusieron una pistola en la cabeza”.

En Radio Del Plata, sobre la características del Penal N°39 de Ituzaingó donde está alojado Grassi, el fiscal señaló que a “la unidad carcelaria la conozco muy bien, y algunos decían que era como un country, y no es así, es una cárcel. Es una construcción nueva, distinta, no es el viejo presidio donde parecía una mazmorra para el castigo de los detenidos, pero son pabellones de 50 personas, con celdas para 5 o 6 internos. No estamos hablando de un hotel 5 estrellas, porque si no pareciera que los que van allí son beneficiarios del Estado”.

“De las cárceles de máxima seguridad se han escapado, y no lo veo a Grassi escapándose de esta manera. De todas maneras, estamos hablando de un poder económico de gran entidad, entonces se escapa cuando tiene ganas”, indicó.

En cuanto a la pena definitiva a cumplir, Varela detalló que Grassi “tuvo 3 meses de prisión domiciliaria, más un mes que estuvo detenido efectivamente. Como la condena es de 15 año, menos 4 meses, son 14 años y 8 meses los que restan cumplir”.

Audio completo de la entrevista

Martes 24 de septiembre de 2013

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