En diálogo con Mañana Sylvestre, el consultor y autor de numerosos libros sobre marketing político, Mario Riorda, analizó los ecos de la marcha contra el Gobierno y aseguró que hoy en día “no hay movimientos fuertes” a nivel de posicionamiento electoral, aunque destacó un freno a la suba de imagen del Gobierno, o una “muy leve caída”, tras la movilización del 18A.
“Fue una marcha más que importante, y la más significativa de los últimos tiempos en contra del oficialismo, me parece que eso es innegable, más allá de los cables oficiales que hablaban de cierta convocatoria. Me parece que hoy las imágenes no necesitan de una información de la Policía Federal para saber si hay mucha o poca gente”, analizó Mario Riorda sobre la masividad de la movilización ocurrida el jueves pasado en el centro porteño, contra el Gobierno Nacional.
Riorda enfatizó tres de los reclamos que coparon el escenario temático de la movilización de la semana pasada: “Hay muchas otras cuestiones a analizar. La primera es que hay un ánimo opositor muy marcado que no tiene que ver con los temas, sino que tiene que ver con una posición genérica en contra del Gobierno. Si se analiza que la marcha tenía una convocatoria desde hace 2 o 3 meses, pero curiosamente los temas fueron los que se desataron en la agenda en la última semana. Uno el tema de la corrupción, aparecido a partir de un programa televisivo de público conocimiento, y en el segundo lugar la Justicia, en el encuadre que le dio la oposición le adjudicó al tratamiento acelerado como reforma express. Es curioso, porque de no haber existido estos temas, la convocatoria seguramente iba a ser igual de grande, pero no obviamente con esas temáticas. Y el tercer elemento convocante, tuvo mucho que ver con los anteriores, como por ejemplo el tema de la libertad, que tendría que ver con las prohibiciones asociadas a disposiciones de la AFIP, o que tienen que ver con la compra de dólares”.
En Radio Del Plata, el consultor analizó el impacto directo que pudo tener el 18A en el posicionamiento político de cara a las próximas elecciones y dijo que “en las encuestas que estoy visualizando no hay movimientos fuertes, en todo caso lo que hay es un freno en la imagen del Gobierno, que desde la asunción del Papa Francisco había tenido un ascenso considerable de unos 7 u 8 puntos. Me parece que esta marcha hace volver hacia atrás esa imagen, donde está polarizada la imagen del oficialismo o levemente con diferencial negativo. El segundo punto es la radicalización del núcleo opositor, y la fidelización del núcleo duro del oficialismo. Y probablemente ese tercio que tal vez aumente más a un 35%, un 36% o un 37% de argentinos cuyo último voto fue mayoritariamente, diría en un 70% fue al oficialismo, y que hoy está marcadamente indeciso, a los que les molesta seguramente muchas cosas del Gobierno, pero que no ve ningún reflejo de oposición articulado serio como para dar su voto, que ese estado especulativo que me parece que es muy temprano para ver dónde pueda ir, pero con el inicio de las candidaturas uno puede empezar a ver cómo se decantan”.
Acerca de los realineamientos en la oposición el docente e investigador en ciencias políticas, consideró que “hay un elemento importante que quizá es el más rico en términos analíticos para la Argentina, que tiene que ver con la competitividad electoral, que también le hace falta a este país y a cualquier país, que son esbozos públicos de problema articulación del arco opositor no en una única alianza, lo que como consultor me parece ridículo porque es imposible pensar una gran alianza de líderes incoherentes. Siempre sostengo que Argentina tiene un sistema que ni siquiera es multipartidista inestable sino que es multipersonalista inestable, con un liderazgo preponderante que es el de Cristina Fernández de Kirchner. Lo quiero decir es que difícil generar coherencia en una gran alianza cuando más que partidos hay personas. A parte empiezan a articularse por lo menos dos o tres esquemas de alianzas con algún nivel de coherencia. Hay más o menos acciones acerca de una posible fusión de la UCR con el FAP, Proyecto Sur, Coalición Cívica y GEN, independientemente que estas distintas coaliciones tienen diferencias distritales. Hay uniones visibles o diálogos que se dejan ver y notar entre De Narváez, De la Sota, Moyano, Lavagna y Macri, y quizá hay un tercer elemento que es la gran incógnita, que es qué va a hacer el PJ, el Frente para la Victoria oficialista, si puede quebrarse o no en lo que tiene que ver con la movida de Scioli y de Massa, que desde la provincia de Buenos Aires pueden ser factores desequilibrantes para yo diría romper el equilibrio en el PJ en lo que hace al Frente de la Victoria”.
Audio completo de la entrevista
Lunes 22 de abril de 2013
