En el aire de Mañana Sylvestre pasó el sacerdote santafesino Sergio Capoccetti, párroco en la localidad de San Javier, quien protagonizó una fuerte discusión con la diputada de Cambiemos Gisela Scaglia, a la salida de una estación de radio. El cruce de palabras le valió al cura una denuncia penal por “violencia de género”.
“Ella está en campaña porque tiene que renovar su cargo, aparentemente y le decía al locutor que a nosotros nos acusaban de que íbamos a tocar los planes sociales y ningún plan social se tocó. Y me puso muy mal, porque San Javier que queda a 150 km al norte de la capital provincial, tiene un 60% de desocupación y subocupación y necesita mucho de los planes. Fui y me acerqué a preguntarle por el Plan Materno Infantil y por el Plan Remediar. A lo que ella respondió muy dulcemente, casi imitando a la gobernadora Vidal, que no se habían suspendido ni cortado esos planes. Y eso es mentira, y lo sé porque lo sufrimos y lo sufre la gente que tengo que atender”, relató el cura en Radio 10.
“Afuera de la radio me dijo, nosotros no cortamos esos planes, solo están suspendidos. Esa forma de hablar que tienen, de mentir sin mentir y eso me enoja, me pone mal”, disparó.
“Sé que se la dije de una forma muy nerviosa, porque soy así lamentablemente, más cuando joden a la gente de mi pueblo y de mi feligresía. Pero no fue un acto violento de insultos, sino simplemente decirle que mentía, y las pruebas están en cualquier hospital o centro de salud”, aclaró.
Luego, detalló la denuncia penal que la diputada Scaglia iniciara en su contra, luego del cruce de palabras en la radio de San Javier.
“Hace una denuncia policial donde dice que yo la traté de facha, y yo nunca utilizo la palabra facho, porque no está en mi vocabulario. Hizo una denuncia por violencia de género, cosa que no la puede argumentar porque no tenemos una convivencia previa para que sea violencia. Mi accionar no fue violento más que decirle las consecuencias de lo que ella diciendo”, insistió Capoccetti.
En relación al expediente que sigue el caso, el sacerdote subrayó la inexistencia de delito, y destacó el accionar de la Justicia al respecto.
“La denuncia está en el juzgado de primera instancia y ayer la pasaron a la fiscalía y la fiscal la rechazó porque no hay delito, sino en todo caso una falta. El juez de primera instancia me va a convocar, calculo”, acotó.
Luego denunció “presiones políticas” para impulsar sanciones en su contra, y que habrían sido realizadas ante la máxima autoridad eclesiástica de la provincia, el arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo. “Anoche fueron a hablar con monseñor Arancedo para decirle los insultos que yo le había dicho, y esto todo falso”, indicó.
Miércoles 12 de abril de 2017
