En Intrigas, alianzas y traiciones: El detrás de cámara de nuestra democracia, Gustavo Sylvestre revive los acontecimientos políticos más trascendentes de los últimos 30 años de democracia. De los tiempos Alfonsín a Macri, pasando por el menemismo, la Alianza, Duhalde y los Kirchner, el periodista presenta opiniones, anécdotas y conversaciones con los protagonistas de la primera escena política, fruto de larga trayectoria en los principales medios del país.
Entre sus páginas describe lo que fue el regreso al poder de Domingo Cavallo durante el Gobierno de Fernando De La Rúa, y cómo se dio la instalación del corralito financiero, la última y frustrada medida de salvataje de la famosa convertibilidad.
Con el corralito, Cavallo había implementado la bancarización forzada de todas las operaciones financieras, y la prohibición de retiro de cifras mayores a $250 semanales, en medio de la crisis política y económica, y la fuerte fuga de capitales sufrió el gobierno de la Alianza.
“Recuerdo que esa decisión fue adoptada de urgencia, durante un fin de semana. En esos tiempos de crisis anuncios gubernamentales permanentes; el programa A Dos Voces tenía ediciones especiales, incluso los sábados y domingos, según lo dictase el ritmo de la información “, contó Sylvestre
«Ese fin de semana de comienzos de diciembre, Cavallo aceptó concedernos una entrevista exclusiva para una transmisión especial en la que explicaría los alcances del tan mentado corralito. Una vez terminado el reportaje, el ministro se levantó de la silla y comenzó a caminar de un lado al otro de la sala donde habíamos grabado la entrevista, repitiendo como un autómata: “Esta me tiene que salir bien…esta me tiene que salir bien.. me tiene que salir bien”, precisó el periodista.
Sylvestre cuenta entretelones de ese candente tiempo político, marcado por la caída del gobierno de De la Rúa y la debacle económica del país. Fue entonces que tras la renuncia del entonces presidente, el mismo Cavallo ofreció a A dos Voces dar su versión sobre los hechos que precipitaron el fin del Gobierno.
“Después de varias vueltas por la ciudad, como si estuviésemos secuestrados, terminamos en un edificio de la Avenida Santa Fe y en un departamento que nunca supimos de quién era. Allí estaba Cavallo frente a nosotros, otra vez, pero ya fuera del Gobierno y en plena crisis. No solo se negaba a reconocer que había fracasado, sino que sostenía que el nuevo presidente debía seguir con su idea de la canasta de monedas. Era increíble verlo a Cavallo tan alejado de la realidad y defendiendo todo lo que había hecho, mientras el país estaba al borde de la disolución”, escribió Sylvestre.
Viernes 2 de diciembre de 2016
