InicioLa columna del PepeLa Columna de Pepe...

La Columna de Pepe Mujica: “La sociedad precisa un vasto sistema de salud, y ese servicio debe ser público»

En su espacio de reflexión política de los días jueves en Mañana Sylvestre, ex presidente de Uruguay se introdujo en el debate por la atención de salud y defendió el rol del Estado como garantía de acceso a cuidados sanitarios para todos los ciudadanos. Además se refirió a la problemático del cambio climático y la necesidad de cambio de la matriz energética.

Aquí la transcripción completa de la charla entre Gustavo Sylvestre y el histórico dirigente del Frente Amplio uruguayo.

GS: ¡Mucho frio! Me imagino allá en la chacra

PM: Si, ¡pero estamos con estufa a leña! Bien pertrechado.

GS: ¿Cómo andamos? ¿Qué nos propone para este jueves?

PM: Bueno, mi querido amigo, tal vez los dos problemas más graves que enfrenta la humanidad en este siglo, creo que se tocan. Aunque no lo parezca, tienen que ver el uno con el otro. Me refiero, por un lado, al cambio climático, el calentamiento de la atmósfera, por el aumento de las emisiones de carbono, y el otro problema, es el enorme crecimiento de la desigualdad. ¿Por qué se tocan? Porque si se hace un estudio de términos medios entre la cantidad de carbono que significa lo que produce directa o indirectamente por su forma de vida una persona de altísimos ingresos, con una persona común y corriente de la masa de desiguales, de pobres del mundo, hay una diferencia que es fantástica. Pero la cosa no queda ahí. Recordemos que cuando se quiso enfrentar el problema por la vía impositiva en Francia, con una medida eventualmente pareja para todos, que contribuye a mitigar el consumo de combustible e irlo racionalizando, las clases más populares y las clases medias y los sectores humildes se rebelaron porque no estaban dispuestos, en los hechos, a componer una vida con un combustible caro, mientras sectores de la sociedad continuaban con una fiesta de gasto enorme. Supongamos, cuánto carbono ha emitido la puesta a punto de los cohetes que van a llevar al hombre más rico a que se dé una vueltita mirando el planeta. Es decir, la vida de una minoría privilegiada significa un gasto tremendo de carbono, directa o indirectamente por los medios que consume. Pero pedirle al conjunto de la población que se ajuste el cinturón, cosa que va a hacer, genera rebelión, es lo que explica el fenómenos de los chalecos amarillos en Francia,y seguramente las medidas impositivas no pueden enfrentar solo esto si nos descansamos en ellas, van a producir explosión. El problema es cómo solventamos tecnológicamente el cambio de las matrices energéticas. Y cómo de sociedades acostumbradas a derrochar y derrochar energía, alcanzamos lo contrario. Es un cambio abismal. ¿Vieron lo que está invirtiendo Europa para lograr ese cambio? Este va a ser un dolor de cabeza, me parece inevitable de la humanidad que viene, y tiende a aparecer lo que se llaman los mercados de carbono. Pero los mercados de carbono pueden asegurar que tu vendes tu cota y alguien que puede despilfarrar recursos económicos lo compra, y no se soluciona el problema que hay que solucionar que es emitir menos carbono.

GS: Y sobre todo Estados Unidos que se niegan a esto. En la presidencia de Trump, se negaba esto.

PM: Si, hay un problema global tanto como la pandemia. Y creo que va a agitar las aguas de las décadas por venir.

GS: Usted hablaba recién de los chalecos amarillos, y también sin que sea por el cambio climático, es lo que está pasando en nuestra América Latina. Por ejemplo lo que pasó en Chile cuando empezó a levantarse la gente ante las injusticias sociales, o lo que está pasando en Colombia en este momento.

PM: Esas son explosiones determinadas por la excesiva desigualdad.

GS: Claro, ahí voy.

PM: Que la forma de vivir es un desafío que está presente, y que es como una agresión incitadora que reside en inmensas masas que tienen dificultades para lo más elemental, y eso queramos que si o que no, genera rebeldía. ¿Por qué? Más Simple, si usted tiene dos pibes de 4 o 5 años, cometa el error de llevarle un juguete a uno y al otro no, y después me cuenta. Hay una tendencia humana, en base a la igualdad, a la igualdad relativa, que naturalmente el devenir de la civilización se ha encargado de sepultar. Pero está allí, está en el disco duro de nuestra naturaleza. Los niños son una expresión de la verdad, de la verdad profunda, la biológica. Y no debe extrañarnos cosas como las que pasaron en Chile, y están pasando en Colombia cuando el flagelo de nuestro tiempo no es la falta de recursos, si no la concentración de la riqueza. Pasa que cuando se toca, se toca el verdadero poder.

GS: Y reacciona con todo el poder.

PM: Claro.

GS: Le quería consultar, porque en la Argentina se está iniciando ahora un debate sobre el sistema de salud, la vicepresidenta ha expresado que hay que marchar hacia un sistema integrado, entre la pública y la privada, no sé cómo está funcionando en el Uruguay, pero es otro de los temas que la pandemia ha dejado, porque una vez más nos deja como enseñanza que el Estado ha estado presente, que los privados han derivado pacientes al sector público y que el sector público, por lo menos acá en la Argentina, se ha tenido que hacer cargo de lo que los privados no podían.

PM: Pero, para nosotros está en la tapa del libro, es una experiencia histórica. No le podemos pedir al mercado que está hecho para el negocio, y que tiene que luchar, para que los números le cierren, y porque le quede margen. Esa es la esencia del mercado. Que tenga una política abierta frente a la defensa de la vida cuando las papas queman. No está hecho para eso, y como un aparato de salud, de proporciones gigantescas para atender a una sociedad no se puede improvisar de la noche a la mañana, de la misma manera que tenemos que tener el cuerpo de bomberos, porque atacar al fuego no sabemos cuándo, pero hay que tener a un cuerpo de bomberos. Una sociedad precisa un vasto servicio de salud porque lo más importante es la vida, y ese servicio de salud debe de ser público porque es la garantía de eficiencia cuando las papas queman, cuando se dan circunstancias como estas. Pero además, por el hecho de haber nacido, los pobres y los que están en la miseria, no merecen el doble castigo de que no se les atienda la salud. Porque entonces, sí la atención de la salud queda reservada a los que tienen recursos económicos. ¿Qué tipo de sociedad estamos practicando? Entonces, la salud, la educación, imponen por su carácter de bienes públicos una fuerte inversión pública, que se podrá discutir si es de calidad, si está burocratizada si tiene defectos, y eso es cierto, ese es un mal al que están expuestos. Pero por la posible existencia de ese mal, el mayor mal es no tenerlo. Por eso creo que, como tenemos que partir de la realidad, los servicios integrados de salud, no solo son los posibles, son los recomendables. Porque además actúan mutuamente como elementos de control, y sale caro. Expresa la filosofía que tiene un país, y queda ligado únicamente a las fuerzas del mercado, como le pasó a algunos amigos míos. Que tanto residentes en Estados Unidos, vinieron a operarse al Uruguay, porque los matan, de repente les salvan la vida, pero los matan por el lado del bolsillo.

GS: ¿Y cómo ha dado respuesta en Uruguay ese sistema?

PM: Yo creo que al principio se discutía, pero hoy por hoy nadie lo discute más. Es un dato efectivo de la realidad. Hay lugares y hay departamentos que en realidad es mucho mejor el servicio que brinda el servicio público que el privado. Pero de todas maneras no se pierden esfuerzos, se intercambian esfuerzos, y claro, esto sale caro. Pero bien vale la pena. Los ingleses, que son los campeones del esfuerzo privado, sin embargo, le han dado a la salud pública una importancia brutal. Por eso me parece que es una discusión que vale la pena.

GS: Bien, importantísimo y muy interesante todo esto. Pepe, querido , el abrazo de siempre.

PM: ¡Abrazo grande, querido!

Te puede interesar