En su espacio de reflexión política, económica y social en Mañana Sylvestre, el ex presidente uruguayo puso el acento en la ausencia de solidaridad del mundo desarrollado respecto a las grandes masas migrantes provenientes de las zonas más carecientes del planeta.
Como todos los jueves, el histórico dirigente del Frente Amplio uruguayo, José “Pepe” Mujica presentó su columna de opinión en Mañana Sylvestre, y habló del nefasto concepto de “humanidad sobrante” que manejan los grandes sectores del poder global, en un mundo que sigue generando enormes constrastes, entre naciones ricas y pobres.
«El concepto de humanidad lo tenemos arriba de la mesa, son las multitudes que desde Centroamérica van por México buscando el hipotético sueño americano, son los que se ahogan en el Mediterráneo, o los campos de refugiados en Siria. Empieza a haber una humanidad sobrante y el resto no quiere hacerse cargo», expresó Mujica en Radio 10.
A la par, planteó además la existencia de una creciente manipulación y del control de las opiniones a través de la inoculación de “venenos psíquicos” a partir del mal uso que se da a la inteligencia de la información.
“En esta época la tecnología permite juntar información con inteligencia artificial mandar mensajes y manejar las emociones, uno se pregunta: ¿Dónde está la libertad? Esto se acrecienta y tiende a generar un dramático desprestigio de la democracia. Estamos crecientemente manipulados como siempre, hay venenos psíquicos que no se ven pero que siempre están y que consumimos», comentó.
En Radio 10, Mujica volvió a plantear la necesidad de trabajar en una civilización y en un mundo realmente sustentable, y llamó a no engañarnos con voluntarismo o ficciones alejadas de la realidad.
“El llamado Club del Roma planteaba en los 70 que el crecimiento permanente de la economía y de la especulación era insostenible a la larga por la sencilla razón que la naturaleza tiene límites, si el hombre no se ordena en el uso y la consideración de esos límites hace peligrar la vida de los peces y de su propia vida”, explicó.
“Todos saben que lo que se recicla no es ni el 5% de lo que se tira, la economía está pensada para el éxito inmediato y no para sopesar los costos. Desatamos una civilización que no dominamos, la domina el interés del mercado y no lo que le interesa a la sociedad”, dijo y resaltó que “la juventud debería empezar a debatir estos temas, porque alternativas hay, el hombre puede destruir pero también construir. Es más sensato evitar la destrucción, que pagar los costos de la reconstrucción, porque a veces puede ser infinitamente tarde”.
