InicioActualidadProyecto de reforma laboral:...

Proyecto de reforma laboral: “Es difícil enumerar lo que prepara Macri sin espantarse”, expresó Matías Cremonte

“Sobre el borrador de reforma laboral que prepara el Gobierno pueden decirse tantas cosas, que es difícil enumerarlas sin espantarse… –manifestó Cremonte en comunicación con Mañana Sylvestre-. Para los trabajadores es muy malo por donde se lo mire. Porque más allá de la cuestión del blanqueo, que se puede analizar, hay cambios estructurales en la Ley de Contrato de Trabajo, que es la que regula las condiciones de cada trabajador todos los días”.

“Es decir: el proyecto no plantea solo condiciones macroeconómicas para la generación de empleo o para que vengan inversiones –continuó Cremonte-, sino que involucra posibilidades de que el trabajador se vea obligado a renunciar a sus condiciones de trabajo, que no pueda reclamar, que tenga solo un año para reclamar ciertas cosas y luego pierda el derecho, que le puedan ampliar la jornada laboral si el sindicato así lo acuerda, que le bajen las indemnizaciones por despido… En fin, son tantas cosas que alteran el contrato y la relación laboral, que llama la atención que se haya hecho, incluso un gobierno como el actual, que había dicho que lo iba a reformar convenio por convenio y sector por sector. Llama la atención que se mande a hacerlo a la brasileña, como un gran proyecto de reforma laboral”.



Inspirada en Brasil

Para Cremonte “el destino de esta reforma es muy a la brasileña. Hay cosas que no son tan profundas como en la reforma de Brasil, que realmente es brutal, pero va en ese camino… Sobre todo busca legitimar el condicionamiento de los trabajadores a tener que renunciar a derechos, o perderlos, porque si no pierden el empleo… Ese es uno de los grandes conceptos que están atrás de esta reforma. Y atrás de eso entran un montón de concepto flexibilizadores”.

El presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas agregó que “la pata que falta en este análisis es la desocupación creciente, que siempre es un gran condicionante. El famoso `ejército de desocupados´. En este contexto el trabajador se ve forzado a decir `acepto ganar menos salario y no reclamo porque si me voy a la calle es más difícil conseguir un trabajo´”.

Un aspecto muy preocupante que destacó Cremonte “es el de la tercerización, que elimina la responsabilidad solidaria del empleador principal. Otro es que la jornada laboral, que históricamente es de 8 horas, se puede extender a 10 horas (siempre y cuando en el global anual se mantenga en el promedio diario de 8 horas)”.

“Espero que no se apruebe esta reforma laboral –concluyó Cremonte-. Que los propios trabajadores la enfrenten y que las centrales y los sindicatos se opongan a esta reforma que es tan profunda”.

Miércoles 1 de noviembre de 2017

Te puede interesar