En Radio 10, el presidente de la nación Alberto Fernández defendió la intervención estatal sobre la aceitera Vicentin, y destacó que la decisión apunta a recuperar la actividad productiva de la agroexportadora, mantener los puestos de trabajo y sanear sus deudas.
“Estamos en presencia de un grupo económico cuya actividad central es exportar cereales, que ha entrado en un colapso financiero enorme como consecuencia de un crecimiento desbordado y una sobreinversión y eso los dejó con muchas dificultades para continuar operando. Vicentin está desfinanciada, con una deuda muy grande y con los productores no le dan granos para exportar y tiene entre los acreedores externos a corporaciones como el Banco Mundial. Nos preocupa que quiebre y esté en peores situaciones de lo que está. Ese es el sentido de la intervención, no otro», consignó el mandatario en extenso diálogo con Gustavo Sylvestre.
“La medida no tiene la vocación de perseguir a nadie, por el contrario tiene la vocación una empresa argentina siga siendo argentina, y que sea rescatada de la situación en que está. Esto no debería ser motivo de pelea. Estamos rescatando a una empresa de la quiebra y lo intentan mostrarlo como un sesgo arbitrario», refirió Fernández, a la vez que confirmó que mantiene diálogo con Sergio Nardelli, uno de los dueños de la cerealera.
Cruces con Guillermo Moreno
Consultado sobre los dichos del ex secretario de Comercio Guillermo Moreno quien en Mañana Sylvestre cuestionó la intervención de la compañía y aseguró que se ampara en una ley generada bajo el proceso militar, el Presidente respondió con dureza al ex funcionario.
“No quiero entrar en debate con nadie. Celebro que se preocupe por la legalidad antes que entre con guantes de boxeo y matones a una asamblea”, deslizó Alberto Fernández.
“La expropiación es necesaria por una cuestión de transparencia porque si no ¿Cómo me voy a hacer cargo de la empresa como Estado si no expropio? Muchas veces, cuando uno expropia, tiene que hacerse cargo rápidamente de la empresa porque hay riesgos que en el mientras tanto ocurran maniobras que la vacíen», expresó.
Por otra parte, consideró que la medida es absolutamente “excepcional” y negó que existe la posibilidad de replicar medidas similares sobre otras compañías privadas argentinas.
“No tengo ninguna vocación de que el Estado se quede con las empresas de nadie. Sigo creyendo en el capital privado, en el desarrollo privado, y que los empresarios inviertan y den trabajo”, destacó.
Miércoles 10 de junio de 2020
